El diario del alumno en primaria
Es difícil entender cómo podemos prescindir de los libros de texto, las lecciones magistrales y los exámenes continuos (que no es lo mismo que la evaluación continua) en el aula Montessori de primaria, sin explicar cuáles son las herramientas de que dispone el alumno y le permiten seguir su propio ritmo individual y cultivar su motivacion intrínseca hacia el trabajo autónomo.
En primer lugar, el alumno lleva un diario. Aparte de tener un álbum propio donde va archivando sus trabajos «con producto», organizado por áreas (geometría es la más esencial, después lenguaje, aritmética, idiomas, ciencias…) y un índice de vocabulario personal, el alumno recoge en su diario la actividad que desarrolla cada día. No se trata de una agenda donde se planifica el trabajo, o de una reflexión personal sobre lo que ha pasado en el aula durante el día.
El diario es un log en el que el alumno va apuntando las presentaciones que recibe, las actividades en que participa y el trabajo que realiza, de igual manera que el guía irá registrando este trabajo en sus registros, pero de forma mucho más personal. Se registra: fecha, hora de comienzo, hora de fin, título o tema de la presentación o actividad, y detalles que puedan ayudar a «cuantificar, especificar, clarificar y embellecer», como tickets en el caso de salidas (going-outs), tarjetas de contactos, ilustraciones, etc.
¿Cuál es el propósito de este diario? Existen varias razones por las que se convierte en una potente herramienta de aula: practicar el manejo del tiempo (registro horario, diario, semanal…), practicar la escritura cursiva, la lectura, hacerse consciente de sus propios avances y metas, desarrollar un hábito organizativo, la responsabilidad, e incluso, la personalización artística si se propone que el propio alumno diseñe su diario. Por otra parte, a la guía le puede servir para detectar patrones que en su propio registro no sean evidentes, y equilibrar las áreas.
Por supuesto los niños no realizan la tarea de llevar un registro diario de la propia actividad a la perfección de forma espontánea; hay que hacer una presentación del diario, y recordar esta responsabilidad a menudo si es necesario. Es una lección típica del primer día de clase en primaria.
Sobre todo es efectivo el modelado, y que el guía tenga un precioso, cuidado y siempre actualizado diario en el que se registra ante los niños la lección que se ha dado con los detalles (fecha, hora, asistentes, algún dibujo) y básicamente lo que ha sucedido durante el día.
Se debe ir comprobando que el uso del diario es efectivo, sobre todo al principio, y que cumple sus propósitos. Se puede hacer en los descansos, sin que el niño esté presente, o de manera respetuosa podemos preguntar al alumno si nos permite mirar su diario, y comprobar si ha registrado toda la actividad, para darle importancia, y preguntándole por ejemplo ¿Cuál es la actividad más interesante que has hecho esta semana? ¿Has hecho algún descubrimiento? ¿Qué es lo último que has hecho en biología? ¿Tienes alguna actividad los últimos días con compañeros? ¿Qué hiciste el lunes por la mañana? Existe otra modalidad, en la que uno de los puntos de la asamblea es traer preparados los diarios y compartir lo que se ha hecho con la comunidad.
Parece que esta entrada tendrá una continuación ¿no? porque empiezas hablando de la inexistencia de clases magristrales, exámenes y libros de texto y dices «en primer lugar el alumno lleva un diario». Estoy deseando leer lo que va en segundo lugar.
Gracias
Efectivamente María, hay tres herramientas fundamentales en primaria, la primera es este diario del alumno, las siguientes entradas tratarán sobre la planificación de objetivos y las reuniones de seguimiento alumno-profesor. Estoy practicando la creación de suspense en la narración para espolear la curiosidad del receptor, que es un recurso básico también para esta etapa, y al principio esta entrada se llamaba algo como «Las 3 herramientas fundamentales en Primaria (I)», pero decidí cambiarlo. Veo que contigo la estrategia ha funcionado, ¿no serás tú una niña Montessori? 🙂 Gracias por tu comentario.