¿Montessori a distancia?
Cuando piensas en la educación infantil, esto suena como las expresiones «curación a distancia» o «mecánica a distancia», que no digo yo que no tengan su base, pero así sin conocerlo, en principio son ideas bastante contraintuitivas.
Pero si conoces cómo funciona el Método a partir de la Primaria (y ahí está el problema, que la gente que solo conoce la Torre Rosa, la parte de Casa de Niños, y no ha integrado una visión más amplia, desconociendo que el cerebro cambia a partir de los 6 años más o menos), en fin, si conoces la Primaria, sabrás que no seguimos hasta la pubertad «pintando monas», sino que nuestros objetivos son académicos y, sobre todo, de formación del carácter.
Llevamos cinco años haciéndolo. Ya tenemos muchas observaciones y datos. Con algunos alumnos en concreto es fantástico. Con los demás, tan solo fabuloso. Pero a todos beneficia.
Montessori se define como «Libertad responsable en un ambiente preparado». ¿Puede establecer un ambiente virtual preparado? Por supuesto. De hecho, la propia estructura de Internet nos permite dotar a este ambiente de una riqueza y flexibilidad imposibles en los ambientes físicos. ¿Ofrece este medio libertad responsable? Aquí está el meollo de todo. Ya que la principal labor de los educadores Montessori online es establecer unos límites claros y educativos sobre la aproximación a la tecnología, y a abordarla como administrarse, no como meros consumidores. De la misma forma que intentamos hacerlo con todo.
Nuestro estudiante dispone en el ambiente virtual de lo que llamamos libertad responsable: se integra en un grupo de edades mixtas y puede realizar actividades colectivas, pero no obligatorias. Así esperamos que desarrolle la motivación intrínseca, la capacidad de organizarse y de planificar y conseguir objetivos de forma consciente.
Tener compañeros ubicados en sitios diferentes (husos horarios distintos, culturas distintas, otros países, otras lenguas) o que están viajando y nos pueden mostrar realidades síncronas, es un recurso que no existe en un aula convencional. La mentalidad internacional y la curiosidad se promueven de forma natural.
Los alumnos cultivan su autonomía mediante la libertad geográfica (pueden moverse donde y cuando quieran), la libertad cronológica (pueden cambiar de clases si así lo vemos conveniente, sin importar su edad, y pueden adelantar o retrasar la obtención de las titulaciones oficiales tanto como deseen), y por último, la libertad ideológica. No comulgamos con ningún currículum específico, sabemos que todo está en constante revisión, damos una visión amplia y respetuosa de toda la realidad.
Aparte de todos los demás elementos del Método Montessori, principalmente nos basamos en que cada alumno tiene un plan de estudios individual, diseñado a su medida y de acuerdo a sus necesidades, ritmos e intereses.
Esto nos permite una flexibilidad máxima en cuanto al tiempo que el alumno puede pasar presencialmente en el colegio o en casa (o viajando o cualquier otra circunstancia particular). Puede seguir las lecciones que se den, de forma virtual, o puede ir a su propio ritmo, y ser evaluado al final de cada ciclo para conseguir su certificación. Así tiene tiempo para organizarse a su manera y atender otros intereses que pueda tener en su vida, como los deportistas de alto rendimiento.