El ambiente es el educador principal del ser humano. Es el que determina las consecuencias naturales, orienta sobre las necesidades de aprendizaje, motiva los cambios.

Hasta alcanzar la capacidad de autoeducarse, el estudiante necesita alguien que opere sobre el ambiente para hacerlo didáctico e interesante, cautivador, deliberado.

Para esto es muy conveniente que el espacio esté desprovisto de rigideces, dogmatismos y si es posible, paredes. Un espacio abierto, versátil, flexible, que pueda ser rellenado con el recurso que sea necesario en cualquier momento evolutivo.

Piezas móviles, construcciones efímeras, espacio abierto y amplio para moverse, aire libre, integración entre naturaleza y supranaturaleza, son elementos esenciales para que el ambiente sea uno de los pilares de la educación.

El guía pasa a ser un elemento más del ambiente, el cuidador, el vigilante, el curador.

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